INSERCIÓN OCUPACIONAL
La intervención social en la inserción ocupacional es una tarea compleja
que conlleva actuar desde muy diferentes frentes. Definimos Intervención Social como el conjunto
de prácticas referidas a un problema con el objeto de incidir sobre él y producir cambios.
El crear puestos de trabajo, preparar a los trabajadores para hacer frente a
las innovaciones, evitar que determinados grupos se conviertan en marginales y engrosen las
cifras de pobreza serán, sin duda, objetivos que deberán estar presentes en una buena intervención.
También los valores y las actitudes del mundo laboral son distintos. El trabajo
ha dejado de ser un fin en sí mismo para convertirse en un instrumento. Es indudable que los fenómenos sociales están en continua interacción. Todo cambio, por pequeño que sea, va a
incidir mucho más allá del marco en que se ha producido.
Por lo tanto, la intervención social en la inserción ocupacional debería tener,
al menos, tres grandes líneas de actuación:
1. Medidas encaminadas a fomentar el empleo.
2. Articulación de fórmulas que permitan una adaptación de los trabajadores a
las nuevas condiciones del mundo laboral.
3. Medidas a favor de grupos más desfavorecidos en aras de una política de
igualdad.
Por ocupación entendemos todo aquello en lo que empleamos nuestro tiempo: estamos
ocupados cuando comemos, trabajamos, paseamos… Es un concepto mucho más general;
todo trabajo es una ocupación pero no viceversa.
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